Lucas Chueh
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Luke Chueh Kuma Kush, el oso prisionero de la droga de cannabis, juguete artístico de Luke Chueh
Kuma Kush El Prisionero Oso de Juguete de Droga Cannabis de Luke Chueh Edición Limitada Vinilo Coleccionable Obra de Arte del Artista de Graffiti Callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (300 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Kuma Kush, El Prisionero, de Luke Chueh: Cannabis y Cautiverio Emocional en el Arte Pop Callejero y el Grafiti Kuma Kush The Prisoner es una figura de vinilo de edición limitada creada por el artista Luke Chueh, residente en Los Ángeles, en 2017. Con una tirada de 300 piezas, cada figura viene en un estuche verde translúcido, similar a los de las farmacias, con una bolsa de algodón y una etiqueta impresa que imita el empaquetado de los dispensarios de cannabis. Esta pieza de colección forma parte de la serie The Prisoner de Chueh, que adapta su pintura original a un formato tridimensional de vinilo. La figura representa a un oso sentado, con las piernas cruzadas, los brazos rodeando sus rodillas y la cabeza gacha en una pose de silenciosa abstinencia. Esta edición verde turquesa —apodada Kuma Kush— centra la narrativa en el cannabis como mecanismo de afrontamiento, invitando a reflexionar sobre las implicaciones psicológicas de la medicación alternativa y la dependencia emocional. Profundamente arraigada en el lenguaje y el simbolismo del arte pop urbano y el grafiti, esta obra transforma una figura aparentemente tierna en una escultura profundamente evocadora. Color, forma y empaque como comentario social La elección de un tubo de plástico verde, tradicionalmente asociado al almacenamiento de cannabis, convierte al oso en un comentario sobre el escapismo, la automedicación y la búsqueda de alivio al dolor psicológico. El nombre de la variedad, Kuma Kush, juega con la cultura pop y la terminología médica, combinando una apariencia lúdica con un trasfondo serio. La figura del oso de Chueh, en un tono verde menta, es estática e introspectiva, atrapada tanto en su postura física como en el simbólico encierro del recipiente. La estética es limpia, minimalista y cargada de emotividad. Esta contención visual es fundamental para el impacto de la obra: Chueh utiliza el silencio y la quietud para expresar mucho. El oso no es una mascota, sino un recipiente que representa la carga emocional que muchos llevan en silencio. Al situar el juguete dentro de un envase con temática médica, Chueh convierte el recipiente en una extensión de la pieza, transformando la presentación del objeto en un recurso narrativo coherente con la naturaleza provocativa del arte pop urbano y el grafiti. Luke Chueh y el arte de la exposición emocional Luke Chueh se ha convertido en una voz destacada del arte pop contemporáneo y el arte urbano gracias a su exploración de la salud mental, la adicción y la vulnerabilidad. Sus icónicas figuras de osos se han convertido en símbolos universales de lucha, diseñadas para generar empatía sin necesidad de palabras. En Kuma Kush The Prisoner, Chueh introduce la cultura del cannabis en su narrativa sobre la represión emocional y la dependencia. No se trata de una celebración ni una condena del cannabis, sino de una observación sobre cómo las personas recurren a las sustancias —legales o no— para afrontar el trauma, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático. El enfoque de Chueh no es cínico ni romántico. Se sitúa en la zona gris donde se cruzan la emoción, el afrontamiento y la supervivencia, lo que coloca su obra a la vanguardia del arte pop urbano y el grafiti que abordan problemáticas sociales a través de un diseño con gran resonancia emocional. La serie El Prisionero como objeto artístico y reflexión cultural Kuma Kush The Prisoner funciona como objeto de colección y declaración, y su edición limitada de 300 unidades la convierte en una pieza rara y conceptualmente potente. La figura, aunque pequeña, transmite un mensaje que trasciende sus dimensiones. No solo se exhibe en vitrinas, sino que también resuena en la mente de quienes la contemplan, ofreciendo un silencioso apoyo a quienes lidian con momentos de gran carga emocional. Mediante una forma minimalista y un simbolismo cargado de emoción, Luke Chueh eleva este juguete de vinilo coleccionable a la categoría de escultura psicológica. Como parte del movimiento Street Pop Art y Graffiti, la serie Prisoner —y esta edición de Kuma Kush en particular— demuestra cómo el arte visual puede abordar verdades difíciles sobre la medicación, el trauma y la vulnerabilidad humana sin sacrificar la sencillez estética ni la claridad emocional.
$350.00
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Luke Chueh Kuma OG Amarillo Verde The Prisoner Drug Bear Art Toy de Luke Chueh
Kuma OG El Prisionero Amarillo Verde Oso de la Droga Juguete de Arte de Luke Chueh Edición Limitada Vinilo Coleccionable Obra de Arte del Artista de Graffiti Callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (438 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Kuma OG The Prisoner Amarillo Verde de Luke Chueh: Expresión en vinilo del confinamiento emocional en el arte pop callejero y el grafiti Kuma OG The Prisoner Amarillo Verde es una figura de vinilo de edición limitada creada en 2017 por Luke Chueh, un artista afincado en Los Ángeles conocido por fusionar temas emotivos y oscuros con un diseño limpio y accesible. Esta versión de The Prisoner se produjo en una tirada de 438 piezas e incluye una bolsita forrada de algodón y un tubo verde tipo receta médica, reforzando así el mensaje de la figura sobre la medicación, la dependencia y los problemas de salud mental. Inspirada en la pintura original de Chueh, The Prisoner representa a un personaje con aspecto de oso, atrapado en una pose de desesperación, abrazando sus rodillas con la cabeza gacha. Esta edición en vinilo verde, subtitulada Amarillo Verde, amplía la reflexión de la serie sobre el atrapamiento psicológico al que se enfrentan muchas personas como consecuencia del trauma y la cultura farmacéutica moderna, a la vez que contribuye al lenguaje visual del arte pop urbano y el grafiti. Simbolismo farmacéutico y lenguaje emocional en un soporte de vinilo La tonalidad Amarillo Verde confiere a la pieza una estética estéril y medicinal, reforzada por su presentación en un tubo de prescripción verde translúcido con una etiqueta que evoca una variedad de cannabis. Esto no solo vincula la figura con el mundo farmacéutico, sino que también alude al cannabis y a mecanismos alternativos de afrontamiento. La postura estática y encorvada del oso comunica resignación y distanciamiento. Su forma es sencilla, pero cada aspecto —desde sus brazos curvados hasta su mirada esquiva— proyecta un vívido paisaje emocional. La figura no es antropomórfica en el sentido tradicional, pero su expresión es profundamente humana. Al encerrar la figura en una réplica de un envase de medicamentos, la obra llama la atención sobre cómo la sociedad aborda el dolor psicológico: mediante la contención y la sedación, en lugar de la resolución. La elección de Luke Chueh de utilizar vinilo como medio hace que la figura sea a la vez duradera e íntima, ofreciendo una presencia táctil que subraya su peso emocional. Luke Chueh y la narrativa visual del dolor y el aislamiento Luke Chueh es una figura clave en el movimiento de los juguetes de arte y el arte urbano pop y el grafiti, utilizando personajes de apariencia engañosamente tierna para explorar profundas realidades emocionales. Nacido en Estados Unidos, el arte de Chueh aborda con frecuencia la depresión, el trauma y la tensión entre la vida interior y la percepción externa. La serie «El Prisionero» es fundamental en su crítica a la salud mental y la cultura farmacéutica. Esta edición en particular, Amarillo Verde, comunica un tipo de tristeza muy específica: la que se oculta tras pastillas coloridas y diagnósticos simplificados. Está profundamente arraigada en la narrativa personal de Chueh y en su crítica social más amplia. La figura del oso, recurrente en su obra, se convierte en un símbolo del sufrimiento silencioso, que permanece confinado en silencio, esperando ser reconocido. Este juguete, aunque minimalista en su forma, es maximalista en su significado y demuestra la capacidad de los artistas urbanos y pop para abordar las crisis contemporáneas a través de una escultura minimalista y emocionalmente potente. El prisionero como objeto físico en el vocabulario del arte pop callejero y el grafiti Kuma OG The Prisoner Amarillo Verde se erige como un comentario táctil sobre la salud mental en una era de afrontamiento químico. Cada pieza de vinilo está empaquetada no solo con esmero, sino también con una intención temática: cada elemento, desde la etiqueta hasta el tubo de plástico verde, refuerza el núcleo conceptual de la obra. Refleja la experiencia de ser medicado y contenido, ofreciendo un juguete que actúa como un artefacto físico del encarcelamiento emocional. No es simplemente una figura para exhibir, sino para sentir y contemplar. A través de su obra, Luke Chueh continúa redefiniendo cómo la escultura y el arte coleccionable pueden servir como poderosos medios de expresión psicológica. Dentro del canon en evolución del Arte Pop Urbano y el Grafiti, esta pieza afirma que las formas más minimalistas a menudo encierran las verdades más profundas, invitando a coleccionistas y espectadores a afrontar la incomodidad y reconocer su peso.
$320.00
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Luke Chueh Dextroanfetamina Black Beauty El Oso Prisionero Juguete Artístico de Luke Chueh
Dextroanfetamina Black Beauty El Oso Prisionero Juguete de Arte de Luke Chueh Edición Limitada Vinilo Coleccionable Obra de Arte del Artista de Graffiti Callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (500 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Dextroanfetamina Black Beauty El Prisionero de Luke Chueh: Una oscura reflexión sobre la dependencia en el arte pop callejero y el grafiti Dextroanfetamina Black Beauty The Prisoner es una figura de vinilo de edición limitada creada por el artista Luke Chueh en 2017. Con una tirada de 500 piezas, esta figura forma parte de la serie Prisoner, que adapta la impactante pintura de Chueh a una escultura tridimensional. Cada figura viene en una bolsa forrada de algodón y está empaquetada en un tubo naranja, similar a los de las recetas médicas, con una etiqueta farmacéutica ficticia. Esta versión en particular, llamada Black Beauties, hace referencia a un término callejero conocido para medicamentos estimulantes como la dextroanfetamina, históricamente utilizada para tratar el TDAH y la narcolepsia, pero también ampliamente utilizada indebidamente por sus efectos eufóricos y energizantes. La figura representa al icónico oso de Chueh sentado, con los brazos rodeando sus piernas, en una postura de silenciosa desesperación. En este vinilo negro, el personaje se vuelve aún más sombrío e inquietante, intensificando los temas subyacentes de cautiverio emocional y dependencia sintética presentes en la obra. El color como peso psicológico y simbolismo La coloración negra de esta figura, junto con el término «Black Beauties» en la etiqueta, evoca una respuesta emocional directa ligada a la oscuridad, el aislamiento y la intensidad. Si bien las versiones anteriores de «El Prisionero» podrían haber utilizado el color para representar el entumecimiento o la sedación, esta edición intensifica la metáfora al adoptar los códigos visuales de la angustia internalizada. La figura, encerrada en su tubo de farmacia naranja transparente, se presenta como un estado emocional atrapado, incapaz de expresarse o moverse. Sus ojos se reducen a pequeños puntos blancos vacíos que resaltan sobre el cuerpo negro mate, dándole un aspecto más fantasmal y retraído. Esta contradicción visual —entre la forma adorable y su profunda implicación emocional— es un sello distintivo de la contribución de Luke Chueh al arte pop urbano y al grafiti. El juguete se convierte en un espacio de tensión, donde la estética de la cultura coleccionable se encuentra con las realidades emocionales de la salud mental, la adicción y la presión social. La articulación del dolor a través del minimalismo en vinilo de Luke Chueh Luke Chueh, residente en Los Ángeles, ha forjado una voz singular tanto en el arte urbano como en el pop art gracias a sus personajes profundamente personales y a la vez accesibles. Su arte refleja el dolor silencioso que muchos experimentan en privado, dando forma a estados mentales que a menudo carecen de palabras. La serie «Prisoner», en particular esta edición de «Black Beauty», se centra en cómo se tratan el trauma y el trastorno de estrés postraumático con intervención médica, y cómo la dependencia de sustancias —ya sean estimulantes, opioides u otras— puede convertirse en una forma secundaria de atrapamiento. Los ositos de vinilo de Chueh no son meros sustitutos emocionales; son testimonios visuales de la fragilidad humana, plasmados con un minimalismo exquisito y una presencia imponente. Su obra reposiciona el arte del juguete dentro del marco del arte urbano pop y el grafiti, demostrando que las pequeñas esculturas, del tamaño de la palma de la mano, pueden tener tanta fuerza expresiva como los grandes murales o instalaciones. La serie del prisionero y el lenguaje de la medicación como objeto artístico Dextroanfetamina Black Beauty The Prisoner transforma la cultura farmacéutica en una forma de arte táctil que critica a la vez que documenta. El empaque imita envases de medicamentos reales, con instrucciones e información de contacto ficticias, reforzando la idea de que este objeto no está separado del discurso médico de la sociedad, sino que está integrado en él. Este método de presentación añade profundidad y refuerza la integridad conceptual de la obra. Limitada a 500 piezas, cada juguete se convierte en un comentario coleccionable sobre las realidades del tratamiento químico moderno, las expectativas sociales y el sufrimiento silenciado. Dentro del movimiento más amplio del Arte Pop Urbano y el Grafiti, esta pieza consolida la posición de Luke Chueh como un artista que utiliza la suavidad para explorar la severidad y que aporta un lenguaje escultórico a las condiciones emocionales y farmacéuticas de la vida contemporánea. El oso permanece inmóvil, pero su silencio es ensordecedor.
$320.00
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Luke Chueh Juguete artístico Kuma OG Chase Flocked Amarillo Verde Prisoner de Luke Chueh
Kuma OG Chase Flocked Amarillo Verde El Oso de la Droga Prisionero Juguete de Arte Kickstarter de Luke Chueh Edición Limitada Vinilo Coleccionable Obra de Arte del Artista de Graffiti Callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (62 unidades) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental o farmacológica. Edición exclusiva de Kickstarter, ultrarrara y con acabado flocado. Kuma OG Chase Flocked Amarillo Verde El Prisionero de Luke Chueh: Pieza de arte ultra rara y emotiva en el arte pop callejero y el graffiti Kuma OG Chase Flocked Amarillo Verde The Prisoner es una figura de vinilo ultrarrara creada por Luke Chueh, lanzada en 2017 exclusivamente en Kickstarter. Limitada a solo 62 piezas, esta edición especial es una versión flocada de la figura Kuma OG Amarillo Verde, convirtiéndola en una de las variantes más codiciadas de la serie The Prisoner. Empaquetada en un estuche verde translúcido tipo receta médica con etiquetas impresas, interior de algodón y bolsa protectora, la figura evoca tanto la estética como la connotación del confinamiento médico. The Prisoner, basada originalmente en la emotiva pintura de Chueh, reflexiona sobre el encarcelamiento psicológico, físico y farmacológico. Con un acabado flocado verde que recuerda al musgo, la suave superficie táctil del oso contrasta drásticamente con su pose sombría: brazos fuertemente abrazados a las rodillas, sentado y emocionalmente distante. Este contraste enfatiza la desconexión entre la suavidad exterior y el sufrimiento interno, un sello distintivo del arte pop urbano y el grafiti. El ajetreo como textura para el trauma y la ironía visual Lo que distingue a esta edición es el flocado: una textura aterciopelada que añade una suavidad singular a una pieza que, de otro modo, sería emocionalmente intensa. Esta superficie táctil transforma el objeto en algo casi reconfortante al tacto, incluso cuando representa visualmente dolor, dependencia y confinamiento. El color de la figura, un verde Amarillo Verde vibrante, evoca la estética de los dispensarios de cannabis medicinal, haciendo referencia sutil a formas alternativas de evasión química. El envase etiquetado identifica la variedad como Kuma OG, un guiño ficticio tanto a la cultura del cannabis como al debate actual sobre la automedicación. Al colocar el oso en un tubo etiquetado como producto y variedad, Chueh utiliza el humor y metáforas visuales impactantes para analizar cómo el trauma y el dolor emocional se mercantilizan. Estos significados complejos, transmitidos a través de formas escultóricas minimalistas y un empaque ingenioso, sitúan esta pieza firmemente dentro del canon del Arte Pop Urbano y el Grafiti. La silenciosa revolución de Luke Chueh en los juguetes de diseño artístico Luke Chueh, artista afincado en Los Ángeles conocido por su singular diseño de personajes y su narrativa emotiva, ha redefinido el papel de los juguetes de diseño en el arte contemporáneo. Su obra se nutre en gran medida de experiencias personales relacionadas con la salud mental, la identidad cultural y el conflicto psicológico. La figura del oso que aparece en la serie «El Prisionero» es un motivo característico que Chueh utiliza para transmitir emociones crudas e inexpresadas. A través de su postura y una expresión minimalista, el oso se convierte en un símbolo de la fragilidad que a menudo se sufre en silencio. Esta versión aterciopelada añade una capa adicional de ironía y profundidad, transformando una dolorosa narrativa emocional en un objeto suave y aparentemente abrazable. La fusión que Chueh logra entre el diseño de juguetes, la escultura y el realismo emocional sigue influyendo en el movimiento del Arte Pop Urbano y el Grafiti, demostrando que la vulnerabilidad puede transmitirse a través de las formas más pequeñas y aparentemente sencillas. Exclusividad de Kickstarter y significado cultural Siendo una de las tan solo 62 piezas producidas, la edición Kuma OG Chase Flocked Amarillo Verde posee un valor cultural y de colección excepcional. Su lanzamiento a través de Kickstarter vincula directamente la obra con el apoyo de los fans y coleccionistas que se identifican con el profundo mensaje de la serie El Prisionero. El empaque, con temática de recetas médicas, es más que una simple protección: forma parte de la estructura narrativa, simbolizando el control institucional, la normalización farmacéutica y la silenciosa desesperación del dolor controlado químicamente. Esta edición no es solo un objeto de exhibición; es una declaración. Representa la intersección entre la salud mental, la cultura de la medicación y la estética del consumo en la sociedad moderna. Dentro del marco del Arte Pop Urbano y el Grafiti, las ediciones limitadas de Luke Chueh se convierten en pequeños monumentos a la complejidad emocional de la experiencia humana: objetos de arte con un significado tan profundo como su presencia cultural.
$500.00
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Luke Chueh Oxycontin El Prisionero Oso de Juguete Artístico por Luke Chueh
Oxycontin El Oso Prisionero, juguete artístico de Luke Chueh, edición limitada, vinilo coleccionable, obra de arte del artista de graffiti callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (300 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Oxycontin: El oso de la droga prisionero, de Luke Chueh: Esculpiendo el peso de la dependencia en el arte pop callejero y el grafiti. Oxycontin The Prisoner es una figura de vinilo de edición limitada, creada en 2017 por el artista Luke Chueh, residente en Los Ángeles. Con una tirada de 300 unidades, cada figura viene en un tubo con forma de frasco de pastillas, con una etiqueta personalizada, relleno de algodón y una bolsa. Esta pieza pertenece a la serie The Prisoner de Chueh, una obra emocionalmente cruda y conceptualmente provocativa que explora el cautiverio psicológico y químico impuesto por el trauma y la dependencia a los fármacos recetados. La figura, sentada con los brazos rodeando las rodillas dobladas y la cabeza inclinada en señal de rendición, está hecha de vinilo rosa pálido, un tono intencionalmente vulnerable que evoca fragilidad y exposición. Esta edición lleva la marca farmacéutica de Oxycontin, uno de los analgésicos más controvertidos, asociado tanto al alivio como a la adicción. Dentro del canon visual del arte pop urbano y el grafiti, esta pieza funciona como una protesta escultórica contra la medicalización de la salud mental y la mercantilización del bienestar. Cautiverio farmacéutico encapsulado en un diseño minimalista El uso del frasco de pastillas como envase y elemento contextual es fundamental para el peso conceptual de Oxycontin: El Prisionero. Lejos de ser un elemento decorativo, funciona como una celda metafórica. El envase de plástico naranja, un objeto común en los botiquines estadounidenses, se convierte en una prisión de dolor silenciado. La figura del oso en su interior, de tono suave pero postura rígida, exuda angustia silenciosa e inmovilidad. Sus rasgos simplificados son parte del estilo visual característico de Luke Chueh: limpio, antropomórfico y cargado de emoción. El enfoque minimalista permite a los espectadores proyectar sus propias experiencias y respuestas emocionales en el personaje, ya sea aislamiento, ansiedad, entumecimiento o resignación. En la tradición del arte pop urbano y el grafiti, esta obra reivindica la iconografía del consumo y la transforma en una declaración sobre las luchas personales y colectivas con la salud mental. Luke Chueh y la voz de la vulnerabilidad emocional en el arte contemporáneo Luke Chueh, nacido y residente en Estados Unidos, se ha consolidado como una figura clave en la cultura del arte en vinilo y la narrativa visual emotiva. Su obra emplea personajes —en especial su icónico oso— como símbolos de realismo psicológico envueltos en iconografía pop. «Oxycontin The Prisoner» profundiza en este enfoque al hacer referencia explícita a la epidemia de adicción a los opioides y la dependencia de soluciones farmacológicas para problemas de salud mental como el trastorno de estrés postraumático, la depresión y la ansiedad crónica. La obra de Chueh no busca ofrecer una solución, sino un reconocimiento. El oso no se presenta en actitud de resistencia ni de esperanza, sino en quietud, reflejando la sedación física y emocional que suelen experimentar quienes dependen de medicamentos como la oxicontina. Su uso de la escultura dentro del mundo del arte pop urbano y el grafiti amplía el potencial de esta categoría para incluir narraciones introspectivas, honestas y con una fuerte carga terapéutica. Una colección sobre el dolor y la conciencia en el arte pop callejero y el grafiti. Oxycontin The Prisoner no es solo un juguete o una figura de colección; es un artefacto contemporáneo que documenta una época de lucha psicológica generalizada y la respuesta social a la misma. Al combinar vinilo coleccionable con referencias farmacéuticas reales, Luke Chueh expone la fragilidad que a menudo subyace al alivio artificial. El empaque, con detalles que imitan la información de una receta, refuerza el control institucional en torno al tratamiento de la salud mental. Con solo 300 unidades producidas, esta edición es muy codiciada, no solo por su rareza, sino también por su papel en abordar temas importantes a través de un arte tangible y expresivo. Como parte de la serie The Prisoner, consolida la posición de Luke Chueh en el movimiento del Arte Pop Urbano y el Grafiti como narrador de la experiencia humana interna, expresada a través de la forma, la postura y el silencio.
$350.00
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Luke Chueh Oso de juguete Percocet, el prisionero, de Luke Chueh
Oso de juguete Percocet The Prisoner Drug, obra de arte de Luke Chueh, edición limitada, vinilo coleccionable, arte del artista de graffiti callejero. Obra de arte de edición limitada de 2018 (500 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. El conmovedor mensaje tras el juguete artístico 'El prisionero - Percocet' de Luke Chueh «El Prisionero - Percocet» es una figura de vinilo de edición limitada que ofrece una poderosa reflexión sobre las garras de la adicción y las limitaciones de los problemas de salud mental. Creada por el aclamado artista de graffiti urbano Luke Chueh, esta obra de 2018, limitada a 500 ejemplares, profundiza en el concepto de cautiverio a través de las rejas físicas y las cadenas, a menudo invisibles, de la dependencia a los fármacos. Esta pieza se basa en la pintura original de Chueh, «El Prisionero», que retrata la triste realidad de que muchas personas sufren trastorno de estrés postraumático (TEPT) y adicción a medicamentos recetados, en particular a fármacos potentes como el Percocet. Esta figura de vinilo de Chueh invita a la reflexión y captura la esencia del arte pop urbano y el graffiti. Refleja la naturaleza cruda y sin filtros del arte callejero a la vez que aborda complejos problemas sociales. La figura se presenta meticulosamente con algodón, una bolsa y un tubo, simbolizando la representación de medicamentos recetados y aludiendo sutilmente a la naturaleza clínica de la distribución de drogas. El enfoque artístico ante una situación difícil en la actualidad La obra de Luke Chueh se caracteriza por el uso de imágenes impactantes y conmovedoras que evocan empatía y reflexión. Con «El Prisionero - Percocet», Chueh confronta al espectador con la realidad de la dependencia a los fármacos: una condición donde la medicación destinada a la curación se convierte en fuente de sufrimiento prolongado. La figura de vinilo, con la mirada baja y las manos entrelazadas, simboliza a las innumerables personas que luchan contra el doble flagelo del TEPT y la adicción. Esta pieza de arte es más que un objeto de colección; es un discurso visual sobre el problema generalizado del abuso de sustancias vinculado a los medicamentos recetados. El trabajo de Chueh tiende un puente entre el arte y la defensa de los derechos humanos, ofreciendo una visión de la angustia psicológica y emocional que acompaña a la dependencia. Esta obra, en particular, encarna la narrativa crítica que suelen adoptar el arte pop urbano y el grafiti, visibilizando problemas urgentes del mundo real a través de la expresión artística. 'El prisionero - Percocet' en el contexto del arte coleccionable Los coleccionistas de «El Prisionero - Percocet» poseen una obra de arte conmovedora, evocadora y de una relevancia impactante. Cada figura incluye una tarjeta metálica de autenticidad que garantiza su legitimidad y estatus especial dentro de la serie limitada. El estilo característico de Luke Chueh —sencillo pero profundo— se manifiesta plenamente, convirtiendo la pieza en un objeto de deseo dentro del arte pop urbano contemporáneo. Poseer esta obra implica reconocer y apreciar la profundidad y el potencial del arte urbano para trascender los lienzos tradicionales y convertirse en un medio de crítica social. Esta pieza de colección es un testimonio del poder del arte para generar debate y del papel del artista como comentarista de la condición humana. Es una invitación a reflexionar sobre la compleja relación de la sociedad con los medicamentos y las luchas, a menudo ocultas, que acompañan su uso. En el contexto más amplio del arte pop urbano, el juguete artístico «El Prisionero - Percocet» de Luke Chueh destaca por su capacidad para comunicar un mensaje profundo de forma sucinta y simbólica. Es una poderosa fusión de arte y activismo, que encapsula la lucha que define la vida de muchas personas en una sola figura silenciosa. Para el coleccionista exigente, no es solo una figura de vinilo, sino un tema de conversación, un símbolo de concienciación y una impactante obra de grafiti con un significativo peso cultural y artístico.
$320.00
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Luke Chueh Oso de juguete con la droga Vicodin, el prisionero, de Luke Chueh
Vicodin El Oso Prisionero, juguete artístico de Luke Chueh, edición limitada, vinilo coleccionable, obra de arte del artista de graffiti callejero. Obra de arte de edición limitada de 2016 (500 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Vicodin The Prisoner Drug Bear de Luke Chueh: Manifestación en vinilo de la desesperación farmacéutica en el arte pop callejero y el grafiti Vicodin The Prisoner es una figura de vinilo de edición limitada de 2016, creada por Luke Chueh. Se lanzaron 500 unidades y se presenta en una bolsita de algodón, un tubo tipo frasco de pastillas y una etiqueta personalizada. Esta pieza de colección, sobria e introspectiva, se inspira en la pintura original de Chueh, El Prisionero, una obra que explora el concepto de cautiverio en sus múltiples formas: psicológica, emocional y farmacológica. La figura representa a un pequeño oso blanco, con los brazos fuertemente aferrados a sus rodillas dobladas y el cuerpo encorvado en una postura defensiva. Empaquetado en una réplica de un frasco de pastillas con la etiqueta de Vicodin, el oso se convierte en una metáfora física de la dependencia y el entumecimiento del trauma mediante sustancias químicas. Enmarcada en el lenguaje del arte pop urbano y el grafiti, esta figura encarna las crudas realidades que a menudo se ocultan tras las pulidas narrativas de consumo. El envase farmacéutico como receptáculo de la verdad emocional La decisión de Luke Chueh de encerrar la figura en un frasco de farmacia naranja común transforma el juguete en una escultura simbólica. Este empaque no es meramente estético, sino que forma parte de la obra misma. El envase de plástico naranja se asocia comúnmente con la curación y la atención médica regulada, pero aquí actúa como una prisión, sumiendo al personaje en un silencio emocional. Etiquetada con el nombre de Vicodin, un opioide ampliamente recetado pero altamente adictivo, la pieza obliga a los espectadores a reflexionar sobre la delgada línea que separa el tratamiento de la adicción. La expresión impasible del oso y su postura encorvada intensifican la carga emocional que conlleva la dependencia. Minimalista en su ejecución pero poderosa en su mensaje, la ubicación de la figura dentro del arte urbano pop y el grafiti desafía la idea de que los juguetes deben ser alegres o inofensivos. En cambio, Chueh ofrece un objeto que alude al trauma, la medicación y el dolor emocional, a menudo invisible, que los acompaña. El lenguaje visual del sufrimiento y la identidad de Luke Chueh Luke Chueh, artista estadounidense afincado en Los Ángeles, se ha dado a conocer por utilizar figuras sencillas e icónicas para abordar temas como la enfermedad mental, el dolor personal y la presión social. Sus personajes suelen parecer suaves y melancólicos, pero transmiten una inmensa carga emocional. En Vicodin The Prisoner, el color blanco del oso refleja tanto la esterilidad clínica como el entumecimiento emocional. El enfoque de Chueh se basa en la honestidad y la vulnerabilidad, destilando experiencias complejas en formas que resuenan con gran fuerza. Su influencia en el arte pop urbano y el grafiti proviene de esta capacidad de comunicarse directamente a través de la escultura, la ilustración y el diseño de juguetes narrativos. El oso de Chueh no solo funciona como un personaje, sino como un símbolo de cualquiera que luche contra la parálisis emocional, la depresión o las garras de la adicción. La serie El Prisionero como comentario y objeto de colección Esta edición limitada de 500 unidades incluye no solo el oso de vinilo, sino una presentación diseñada para sumergir a los coleccionistas en su mensaje. El envase, con forma de frasco de pastillas y etiquetado especialmente para Vicodin, refleja los entornos controlados de los que muchos buscan escapar, pero también quedan atrapados. La bolsa de algodón añade una capa adicional de distanciamiento clínico, como si la pieza fuera un medicamento con receta en lugar de una obra de arte expresiva. Como parte de la serie «El Prisionero», esta versión contribuye al debate actual sobre el trauma y la farmacología dentro del marco del arte pop urbano y el grafiti. Transforma un objeto de colección en una declaración, donde lo tierno y lo incómodo coexisten, creando una poderosa tensión que define la obra de Luke Chueh. El oso permanece inmóvil, silencioso y confinado, pero su presencia dice mucho sobre una cultura que medica el dolor sin comprenderlo siempre.
$275.00
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Luke Chueh Xanax El Prisionero Oso Azul Droga Juguete Artístico de Luke Chueh
Xanax El Prisionero Oso Azul Droga Juguete Artístico de Luke Chueh Edición Limitada Vinilo Coleccionable Obra de Arte del Artista de Graffiti Callejero. Obra de arte de edición limitada de 2017 (500 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental y farmacológica. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un problema de salud mental que puede desarrollarse tras experimentar o presenciar un suceso que pone en peligro la vida, como un combate, un desastre natural, un accidente de tráfico o una agresión sexual. La dependencia de medicamentos con receta como el Percocet ha provocado graves problemas de adicción. Xanax, el oso de peluche azul prisionero de Luke Chueh: Un juguete de vinilo que representa el cautiverio emocional en el arte pop callejero y el grafiti. Xanax The Prisoner Blue Drug Bear es una figura de vinilo de edición limitada, profundamente expresiva, diseñada por el artista de graffiti urbano Luke Chueh. Lanzada en 2017 como pieza de colección de 500 unidades, esta obra escultórica fue creada con esmero y dedicación, y se presenta en un empaque que incluye un inserto de algodón, una bolsa con cordón y un frasco de pastillas de gran tamaño. La pieza se basa en la pintura original de Chueh titulada El Prisionero, una inquietante representación del confinamiento emocional y psicológico que explora temas como el trauma, la dependencia y la salud mental a través de un diseño minimalista pero impactante. Con los brazos cruzados sobre las rodillas dobladas y la cabeza gacha, la postura del oso transmite una historia de desesperación y atrapamiento. La figura azul tenue, congelada en una angustia silenciosa, es una metáfora física de las luchas internas que muchos enfrentan en un mundo cada vez más dependiente de los fármacos. Simbolismo visual y contexto material en El oso de Chueh El Oso Prisionero de Luke Chueh es tanto un retrato psicológico como una figura de vinilo. El uso del frasco de pastillas como envase y prisión simbólica es sumamente elocuente. Transforma el tubo naranja transparente —comúnmente asociado con la curación— en un espacio opresivo de represión emocional y dependencia farmacéutica. La expresión impasible del oso y su forma suave e inofensiva contrastan fuertemente con las graves implicaciones del abuso de medicamentos y la respuesta al trauma. Al situar visualmente al personaje dentro de un envase de pastillas, Chueh critica tanto a la industria médica como al enfoque social del tratamiento del sufrimiento emocional. El uso de líneas limpias, bordes suaves y colores apagados hace que la figura parezca accesible, a la vez que transmite un mensaje que resuena en el lenguaje visual del arte pop urbano y el grafiti. Posee una carga emocional y una franqueza características de las representaciones crudas de la lucha humana en el arte urbano. Luke Chueh y la perspectiva artística sobre la salud mental Luke Chueh es un artista conocido por combinar temas oscuros con imágenes de una ternura conmovedora, creando personajes que a la vez atraen e inquietan. Radicado en Estados Unidos, el trabajo de Chueh aborda con frecuencia la angustia personal, la adicción, el aislamiento y la identidad a través de imágenes accesibles y abstracción narrativa. El Oso Azul Prisionero de Xanax encarna esta dualidad. La figura no es simplemente un objeto de colección; es un reflejo de experiencias vividas y verdades sociales, particularmente en torno al trastorno de estrés postraumático, la dependencia de sustancias y el dolor invisible que muchos sobrellevan en silencio. El peso emocional inherente al oso de Chueh le permite funcionar tanto como escultura como forma de comentario, elevándolo más allá de la decoración al terreno de la protesta y la concienciación pública, a menudo reivindicado por el arte pop urbano y el grafiti. Coleccionable de vinilo como artefacto emocional en el arte pop callejero y el grafiti Como parte de una edición limitada de 500 piezas, el Oso de la Droga Azul "Xanax The Prisoner" se consolida como un objeto de arte significativo que trasciende la cultura del juguete y se adentra en el terreno de la narrativa emocional. No es llamativo ni decorativo con fines comerciales; está arraigado en la reflexión, la honestidad y la incomodidad. El uso del vinilo como medio le otorga al oso permanencia física, contrastando con el alivio temporal de las drogas que critica simbólicamente. El frasco de pastillas no es un truco, sino un dispositivo escultórico que atrapa al oso tanto física como metafóricamente. Dentro del lenguaje del Arte Pop Urbano y el Grafiti, esta pieza funciona como un mural silencioso en tres dimensiones, un monumento a las batallas invisibles que libran quienes viven con traumas, adicciones y agotamiento emocional. La obra de Luke Chueh no ofrece soluciones, sino un espacio para la empatía, el reconocimiento y la conversación difícil.
$320.00
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Luke Chueh Yoduro de sodio que brilla en la oscuridad. El oso prisionero, juguete artístico de Luke Chueh.
Yoduro de sodio que brilla en la oscuridad. El Prisionero GID Kickstarter Drug Bear Art Toy de Luke Chueh. Edición limitada. Obra de arte coleccionable en vinilo del artista de graffiti callejero. Obra de arte de edición limitada de 2018 (213 ejemplares) con algodón, bolsa y tubo. Basada en la pintura original de Luke Chueh, «El Prisionero» reflexiona sobre el cautiverio en sus múltiples formas: física, mental o farmacológica. Exclusiva de Kickstarter de GID. Yoduro de sodio que brilla en la oscuridad. El prisionero de Luke Chueh: Aislamiento radiante en el arte pop callejero y el grafiti. El Prisionero, una figura de vinilo exclusiva de Kickstarter de 2018 del artista Luke Chueh, lanzada en una edición limitada de 213 piezas, brilla en la oscuridad con yoduro de sodio. Esta versión única de la serie El Prisionero está esculpida en un tono blanquecino que emite un luminoso resplandor verde en la oscuridad. Empaquetada en un envase tipo frasco de pastillas con una bolsa de algodón y una etiqueta de prescripción, la figura posee un gran peso tanto visual como temático. Basada en la pintura original de Chueh, El Prisionero explora el cautiverio emocional y farmacológico, transformando un simple oso sentado en un conmovedor símbolo de la lucha interna. La referencia al yoduro de sodio vincula la figura con el tratamiento radioactivo y la intervención médica, ampliando el alcance de la obra para incluir temas como la curación tóxica y el daño invisible. Esta edición que brilla en la oscuridad consolida aún más la obra de Chueh dentro del diálogo del Arte Pop Urbano y el Grafiti, al convertir el sufrimiento en un objeto de colección brillante que invita a la reflexión. Luz y oscuridad como contraste emocional Lo que distingue a la edición de yoduro de sodio de El Prisionero es su capacidad de brillar en la oscuridad. Durante el día, la figura luce fantasmal, con un suave tono marfil. En la oscuridad, se transforma, emitiendo un tenue brillo verde que refuerza la idea de que las emociones ocultas afloran cuando las distracciones externas se desvanecen. Este efecto luminoso no es un truco, sino una metáfora. Representa cómo el trauma, la ansiedad y el dolor suelen permanecer invisibles hasta que la soledad o el silencio los revelan. El brillo funciona como una metáfora visual de la radiación emocional: invisible, persistente y potencialmente dañina, incluso cuando el exterior parece estable. La postura del juguete se mantiene constante en toda la serie: brazos fuertemente abrazados a las rodillas, ojos hundidos, cuerpo encogido. Pero el brillo añade una nueva capa de significado, recordando a los espectadores que lo que no se ve también puede dañar. Esto es fundamental en el arte pop urbano y el grafiti, donde los objetos cotidianos se cargan de nuevos significados a través del contexto, la forma y el contraste. El uso del minimalismo por parte de Luke Chueh para explorar el trauma complejo Luke Chueh es conocido por crear obras de arte cargadas de emoción, utilizando personajes minimalistas y materiales cotidianos. Su icónico oso suele verse inmerso en dilemas existenciales, sirviendo como lienzo para explorar temas como la depresión, la soledad y la carga psicológica. En la edición GID de yoduro de sodio, este lenguaje visual se intensifica mediante la transformación del material. La figura no solo representa el cautiverio emocional, sino que lo encarna a través de un suave brillo, ofreciendo a los coleccionistas una visión singular e inquietante de la vulnerabilidad. La integración que hace Chueh del empaque clínico y la presentación conceptual ha elevado sus juguetes de arte a la categoría de objetos de introspección cultural. Esta edición de Kickstarter consolida su posición dentro del arte pop urbano y el grafiti como escultor del silencio y cronista de la emoción invisible. Su capacidad para expresar complejas realidades internas a través de formas accesibles lo distingue como una voz para los matices emocionales dentro del mundo de los juguetes coleccionables. La edición GID de El Prisionero como símbolo del dolor oculto y la visibilidad La edición de yoduro de sodio de El Prisionero transforma el formato tradicional de juguete en una escultura cargada de emoción. Limitada a solo 213 patrocinadores de Kickstarter en todo el mundo, esta figura fosforescente es mucho más que una simple novedad visual. Su empaque, con forma de frasco de pastillas, y su referencia a compuestos radiactivos crean una estética de exposición médica y fragilidad. El objeto se convierte en un comentario sobre lo que se trata y lo que se ignora, lo que brilla en la oscuridad pero permanece invisible a la luz del día. Dentro del arte pop urbano y el grafiti, esta pieza representa la esencia del género: redefinir objetos cotidianos como expresiones de experiencias personales y colectivas. Luke Chueh utiliza vinilo y luz no solo para crear un juguete, sino para iluminar el peso psicológico que millones de personas cargan en silencio. Esta figura puede ser pequeña, pero en su brillo reside la magnitud de las batallas invisibles que se libran en silencio.
$420.00