El graffiti y el arte callejero son formas de arte visual que a menudo se crean en espacios públicos. Si bien comparten algunas similitudes, son formas de arte distintas con diferentes historias y propósitos. El graffiti a menudo se asocia con vandalismo y actividades ilegales, ya que implica escribir o dibujar en propiedad pública o privada sin permiso. Sin embargo, el graffiti también se ha convertido en una forma de arte aceptada y celebrada, y muchas ciudades ofrecen áreas designadas para que los artistas del graffiti creen su trabajo legalmente. El arte callejero, por otro lado, generalmente se crea con la intención de embellecer o mejorar los espacios públicos. Los artistas callejeros utilizan una variedad de materiales y técnicas para crear murales, instalaciones y otras obras a gran escala que pueden transformar la apariencia de los entornos urbanos. Tanto el grafiti como el arte callejero tienen raíces en la cultura hip-hop, pero han evolucionado de diferentes formas a lo largo del tiempo. El grafiti se ha asociado tradicionalmente con la juventud urbana y los movimientos contraculturales, mientras que el arte callejero se ha vuelto más convencional y ha sido adoptado por un público más amplio. En general, tanto el grafiti como el arte callejero son formas importantes de expresión artística que pueden desafiar nuestra percepción de los espacios públicos e inspirarnos a ver el mundo de formas nuevas y emocionantes.