Descripción
Serigrafía "Black Sabbath Silver Black Crescent" de Shepard Fairey - OBEY. Impresión manual sobre papel de bellas artes color crema con motas. Edición limitada. Obra de arte de Obey, artista de la cultura pop.
Edición limitada de 125 ejemplares, firmada y numerada, de 2013. Tamaño de la obra: 18x24. Impresión serigráfica de la banda de música metal rock and roll Black Sabbath con Ozzy Osbourne.
Black Sabbath ha sido una de mis bandas favoritas durante 25 años. Tuve la suerte de conocer a Jack Osbourne gracias a mi amigo Big Dave en el año 2000. Mi relación con Jack y Big Dave ha dado lugar a varios proyectos geniales de Ozzy y Sabbath. Uno de mis momentos más increíbles fue cuando Dave me llevó al backstage para conocer a los chicos de Sabbath en el Ozzfest de 2004, ¡y el bajista y letrista Geezer Butler llevaba una camiseta de Obey! Sabbath sigue siendo una banda en directo fenomenal, y me siento increíblemente honrado de hacer mi segundo póster de la gira Sabbath/Obey (el primero fue en 2005). Sabbath lanzó recientemente un gran disco nuevo llamado "13" (producido por Rick Rubin) y están de gira para promocionarlo. -Shepard Fairey- OBEY.
La interpretación de Shepard Fairey del legado de Black Sabbath
En 2013, Fairey, inspirado por la influencia de Black Sabbath en su vida y su arte, creó una serigrafía de edición limitada para conmemorar la gira estadounidense de la banda. Esta edición firmada y numerada, limitada a 125 piezas y con un tamaño de 45,7 x 61 cm, se convirtió en un emblema del impacto perdurable de Black Sabbath en la música rock y en una pieza de colección del arte pop urbano. La obra, impresa a mano sobre papel de bellas artes color crema con motas, presenta símbolos icónicos de Black Sabbath, como la cruz y el disco alado, junto con el estilo característico de Fairey, que a menudo incluye elementos como la estrella y la imagen estilizada del ojo. La fusión del arte pop urbano con la música se manifiesta frecuentemente en los carteles de conciertos, un medio que Shepard Fairey, conocido por su marca OBEY, ha dominado con un estilo distintivo que resuena profundamente en la cultura pop. Su trabajo para la icónica banda de metal Black Sabbath, en particular la serigrafía de la media luna plateada y negra, encapsula la esencia del legado del artista y de la banda. La importancia de la obra de Fairey para Black Sabbath reside en su capacidad para conectar la experiencia auditiva de la música con el estímulo visual del arte. La serigrafía no solo representa a la banda; evoca el espíritu rebelde de la música de Black Sabbath, los temas oscuros y místicos que exploran y el movimiento cultural que lideraron dentro del género del heavy metal. Los rasgos distintivos de Fairey, como la palabra «obey», infunden a la pieza una sensación de autoridad y provocación que complementa la filosofía de la banda.
Coleccionabilidad e influencia en el mundo del arte
La anécdota de Fairey sobre su encuentro con la banda y el hecho de encontrar a Geezer Butler con una camiseta de OBEY es un testimonio de la influencia recíproca entre artista y músico. Subraya cómo el arte pop urbano y la música a menudo se entrelazan, con artistas que influyen en músicos y viceversa. La serigrafía celebra el regreso de la banda con el álbum "13" y rinde homenaje a la relación histórica entre el artista y Black Sabbath. Es esta narrativa la que dota a la obra de un toque personal, convirtiéndola en una profunda declaración tanto dentro de la cultura pop como del arte urbano. Como objeto de colección, la serigrafía de Black Sabbath de Shepard Fairey se sitúa en la intersección entre el memorabilia musical y las bellas artes. Su escasez y la reputación de su creador aumentan su valor no solo en términos monetarios, sino también como artefacto cultural. Coleccionistas y fans buscan estas piezas por su atractivo estético y su capacidad para capturar un momento histórico, un período en el que la música y el arte pop urbano se entrelazan para crear una representación tangible de una era musical. Dentro del amplio espectro del arte pop urbano y el grafiti, la obra de Shepard Fairey dedicada a Black Sabbath representa el potencial del género para trascender las calles y adentrarse en el mundo del arte elevado y las piezas de colección. La obra, con su intrincado diseño y profundas conexiones culturales, se erige como testimonio del poder del arte visual para celebrar e inmortalizar el espíritu de la música.