Descripción
Serigrafía Mandala del Caos de Shepard Fairey - OBEY. Impresión manual sobre papel de bellas artes color crema con motas. Obra de arte de edición limitada. Artista de la cultura pop Obey.
2025 Firmado por Shepard Fairey - OBEY y Edición Limitada Numerada de 550 ejemplares. Tamaño de la obra: 18x24 pulgadas. Serigrafía.
Esta lámina de Mandala del Caos fusiona dos conceptos y estéticas aparentemente opuestos: el caos y la armonía. Siempre me ha fascinado el caos cíclico de los carteles y grafitis que se acumulan en las calles y que luego son arrancados por las personas y los elementos. Hay belleza en la superposición de capas y en aceptar que existen demasiadas variables de atracción y repulsión como para que cualquiera de nosotros pueda controlarlas todas. Para mí, la filosofía a adoptar es «disfrutar del viaje y saborear lo efímero». -Shepard Fairey- OBEY
Mandala del caos, serigrafía de Shepard Fairey
Chaos Mandala de Shepard Fairey es una serigrafía de edición limitada, firmada y numerada (2025 ejemplares), que integra a la perfección las tradiciones del arte pop urbano y el grafiti en un diálogo visual contemplativo. Con unas dimensiones de 45,7 x 61 cm (18 x 24 pulgadas) e impresa en papel de bellas artes color crema con motas, la obra se produjo en una tirada de 550 ejemplares. En el centro de la composición, el diseño mandala de Fairey ancla un vórtice de patrones, colores y movimiento. Esta serigrafía, realizada meticulosamente a mano, refleja la fascinación del artista por el orden, el desorden y su coexistencia en entornos urbanos. Se inspira en motivos recurrentes en la extensa obra de Shepard Fairey, incluyendo su emblemática estrella y la iconografía asociada a la marca OBEY. El resultado es una impactante meditación sobre la impermanencia, la superposición de capas y la armonía visual a través del caos.
Simetría visual y trastorno controlado
A primera vista, Chaos Mandala se asemeja a un símbolo de geometría sagrada, con pétalos simétricos y un equilibrio radial que fluye desde un emblema central de la estrella OBEY. Las nítidas líneas del mandala contrastan con un fondo explosivamente caótico, repleto de estarcido desgastado, texturas de aerosol, goteos y fragmentos descoloridos de carteles. Esta tensión entre el control preciso y la erosión orgánica encarna la dualidad que Shepard Fairey suele explorar en su obra. Los elementos del fondo simulan la decadencia urbana, evocando el ruido visual de las paredes de la ciudad empapeladas con folletos, propaganda y grafitis. El uso de técnicas de estarcido y serigrafía conecta directamente con los métodos del arte callejero, mientras que la elección del color —rojo intenso, azul gélido y crema apagado— permite que la obra mantenga una presencia impactante a la vez que invita a una observación minuciosa de su superficie estratificada.
La dimensión filosófica de la práctica de Shepard Fairey
Shepard Fairey, nacido en Estados Unidos en 1970, ha utilizado durante mucho tiempo el arte pop callejero y el grafiti como plataforma para el comentario sociopolítico. Chaos Mandala refleja una corriente filosófica más profunda en su obra. La pieza no es meramente decorativa, sino que refleja una aceptación de la imprevisibilidad y la naturaleza efímera de la expresión pública. Reconoce que la belleza surge no solo del diseño, sino también de la entropía. Los carteles se deterioran. La pintura se desconcha. Las capas se acumulan y se desprenden. Fairey captura ese ciclo vital, no resistiéndose a él, sino integrándolo en su estética. El mandala —tradicionalmente un símbolo espiritual de armonía— se convierte en un contenedor de lo impredecible, elevando la tensión entre permanencia y erosión a un punto focal formal y emocional.
Técnica, textura e integración simbólica
La impresión se realizó con meticuloso cuidado mediante serigrafía sobre papel moteado color crema de alta calidad, una superficie táctil elegida por su textura y calidez visual. Cada capa impresa refuerza la idea de la experiencia acumulativa y la interacción con el entorno. La estrella OBEY de Fairey, ubicada en el centro, consolida la identidad cultural que ha definido su arte público durante décadas, a la vez que se transforma en un espacio de meditación en medio del caos circundante. Con esta obra, Fairey reafirma su compromiso con la creación de arte pop urbano y grafiti que difumina las fronteras entre la calle y la galería, entre la expresión rebelde y el simbolismo estructurado. Chaos Mandala es más que un objeto estético: es una reflexión conceptual sobre el bello desorden de la creación humana.